LAS CICATRICES DE LAS COSAS
La puerta azul abre la buhardilla crujiente. Allí habita
un jardín rebelde de objetos. Cosas con cicatrices que siempre esperan.
Empiezan su reunión y me invitan a acariciar la máquina de escribir desdentada,
el reloj sin agujas y la brújula que señala al sur. Se asoma el caballete
tatuado de óleo derramado y tras ellos el telescopio llegando a la luna.
Hoy el globo terráqueo está inquieto. En su cartografía
tiene los lunares rojos ya vistos, y muchos más, azules, diciendo dónde ir. Le
he hecho bailar, como ha pedido, y se ha mareado al girar. Repaso la libreta de
exploraciones con los ciento veinticuatro países por vivir. Hice las cuentas
para rescatar tiempo: realizar dos viajes al año y alcanzar la edad de ochenta
y tres.
El jardín de prodigios siempre espera; soy yo la que
cierro la puerta azul y entro de nuevo en el olvido.
Fátima
Martín Rodríguez
SANTA
CRUZ DE TENERIFE (TENERIFE)
(VI Antología pág. 11)
No hay comentarios:
Publicar un comentario