DON ALONSO QUIJANO, HOY
-¿A dó vas, vuesa merced, tras largas jornadas sin dormir
ni yantar?
-Ah, Sancho: vamos a Madrid. Voces raras hay y mi deber
callarlas, si aún es tiempo. Por eso, don Miguel nos traslada a este siglo.
-Y… tantas leguas al trote, ¿todo es Castilla?
-¡Ancha lo es!, mas te digo que solo es una parte del
vasto reino de España y que empezó a forjar don Pelayo, allá por el 722.
Después siguieron muchos, y no menos caudillos, ganando tierras al invasor
hasta llegar a los «Católicos Reyes», que pusieron el broche de oro a la
unidad, después de ocho siglos.
-¡Cuánto sabe!
-Y más que podría, de no haber defendido mi lanza a los
pobres. Por eso vamos a Madrid, Sancho. ¡Pido a Dios me tope con quienes
quieren ahora romper España!
-¿Cómo dice, señor…?
-¡Lo que oyes! Por una u otra causa, hay serios intentos
de volver a «los reinos de taifas». ¡Ha tiempo que don Fernando no duerme en
Granada! Para colmo, también se oyen voces sobre la inutilidad de unas reglas
constitucionales y que hechas fueron con sangre y sudor de todos los españoles,
¿qué opinas?
-¡De locos! Por eso, si algo endereza mi amo, ¿no podría
darme un carguito en esta ínsula?
-¡Ah, gañán!, no sabes lo que pides. Acaso acude a tu
sesera Barataria porque el poder te gustó pero, para gobernar esta ínsula, hace
falta inteligencia, sacrificio, patriotismo y, sobre todo, mucha honradez.
-Quizá, mi señor, no sea mía la talla, pero cabal sí soy.
Acaso… ¿hay gente que roba?
-¡En la llaga el dedo, Sancho! Sí, los hay, cuando nadie
debiera, que estando a su celo el trigo de los tributos, se lleva unos sacos
para su molino; ¡y así falta el pan para los súbditos! ¡Ah, mira, esta es la
plaza de Colón!
-¿Y la lanza caída del ristre…?
-¿Caída? ¡No, Sancho! ¡Rendida al pendón que ves, divisa
de esta España que defender hemos!
Antonio Cristóbal
López Becerra
Graduado social
Diplomado en
Relaciones Laborales
ALHAURÍN DE LA
TORRE (Málaga)
(IX Antología)
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