«FACER ESPAÑAS»
Quizá
fue fundamentalismo en lugar de conciliación, o la siembra de deseos
humedecidos con la desesperanza; quizá la mancilla de dioses lacerados
desnudando nuestra arrogancia; o la fuerza y el afán de independencia que nos
hizo seguros y todopoderosos. En cualquier caso, conseguimos echar tanto fuego
fuera de nosotros que, por dentro, el frío se hizo hegemónico. Cansada de
arañar para encontrar algo bueno, al final la pantalla solo ofreció fundido en
negro para avisarnos que hay que tener predisposición para asomarse al balcón
de unas diferentes culturas. Fue en ese mismo instante cuando nos dimos cuenta
que incoherencia e hipocresía eran inherentes a un concepto de colaboración
equivocado. Sí, nos dimos cuenta, supimos sin lugar a dudas, que solo sin
prejuicios, miedos, cambiando intransigencia por comprensión, escuchando… se
avanza en la dirección elegida. Paz, libertad, buenos deseos, ecos de lágrimas
vivas… No nos hará ricos pero sí tan pobres como felices, y nuestros silencios
serán elocuentes en estas tierras de fresco aliento, de anhelos, de quimeras…
«Facer
unas Españas» sabiendo cuántas veces hay que frotar la lámpara para que el
genio vuelva a entrar de nuevo, y adivinar el instante en que el cerrar los
ojos nos pueda permitir ver todo con nitidez.
Juan Carlos Somoza
García
BILBAO
(IX Antología)
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