EL ALADO MENSAJERO
«Las
palabras se las lleva el viento». Será por eso que Dios creó el viento, para
que sea el alado mensajero que reparte el preciado tesoro por todos los confines
de la tierra.
Palabras
de amor, de rebeldía, de imaginación, de progreso, de reivindicación, de
consuelo. Palabras que se combinan entre sí, formando hermosos poemas y elevan
nuestro espíritu hacia el infinito, o maravillosas aventuras que nos emocionan
y cautivan, convirtiéndonos en héroes a través de sus líneas.
Palabras
que se alzan contra la opresión, buscando la libertad, la justicia y la
igualdad. Que nos ayudan a conocer nuevas culturas y países o a llorar en
muchas ocasiones con las desgracias de sus gentes, que nos convierten en seres
más generosos. Porque también existen, tristemente, palabras engañosas,
cargadas de odio, envenenadas con la ponzoña de la avaricia y el deseo
ilimitado de poder, pronunciadas por encantadores de serpientes, que las
utilizan sin piedad para conseguir sus abyectos fines. Contra esa lacra, el
único armamento capaz de redimir al mundo está hecho de cultura, generosidad y
belleza.
España ha sido, a lo largo de su historia, un gran
semillero de poetas, escritores, investigadores, artistas, trabajadores,
voluntarios y quijotes anónimos, que la han convertido en referente cultural a
los ojos del mundo. Más de quinientos millones de gargantas, comparten las
mismas palabras con un acento particular para cada una de ellas. ¡Maravilloso
idioma español, tan rico en matices, tan musical!
Por eso, cada vez que el viento susurre en tus oídos, o
pase distraídamente las páginas del libro que tienes entre tus manos, detente a
escuchar…, porque «las palabras se las lleva el viento», pero no hacia el
olvido, sino hacia los corazones atentos y las mentes sedientas de sabiduría.
Mª Begoña Larrosa
Gregorio
Diplomada en
Relaciones Laborales
Asesora de empresas
ZARAGOZA
(IX Antología)
(IX Antología)
Enhorabuena Orola por la labor tan continua y entregada!!!
ResponderEliminarQué bonito dibujo acompaña a las palabras.
Feliz de formar parte de ese camino...
Saludos,
Adriana Davidova