EN UN MURO DE POMPEYA
(A José Emilio Pacheco, el gran poeta mexicano, autor de Como la lluvia. In memoriam)
En un muro de Pompeya encuentran un poema sepultado durante dos mil años.
Termina con tres lacónicas palabras: “… como la lluvia”. La pared que resistió
la erupción del Vesubio se derrumba. En cambio los versos permanecen. Profunda
fragilidad y suprema resistencia de la poesía.
I
Donde habitas, poeta,
ya ves todos los muros,
tapiales y jardines.
Donde habitas, poeta,
eres traductor de la luz
de las imágenes.
Donde habitas, poeta,
eres quien sabe la
lengua de todas las noches.
Donde habitas,
sabes lo que escrito
estaba en el muro heroico,
resistente en pie contra
el envite del volcán.
Donde habitas,
ya sabes qué inefable
comparación, belleza,
qué mujer, instante,
alma, sentimiento, piedra,
es como la lluvia.
Nosotros, nada sabemos.
Aquí aguantamos la curiosidad
y el resto.
Desesperados-desterrados
hijos de Eva,
héroes del aquí y ahora.
II
Llueve en Madrid toda la
noche.
La escucho caer sobre el
alfeizar.
Me obsesiono.
Intento cazar entre las
brumas del sueño,
qué sería comparable,
quién, qué como la
lluvia de hace veinte siglos.
Martín Gómez-Ullate
Licenciado en
Ciencias Empresariales. Doctor en Antropología
Gestor de Proyectos
de Investigación en la Universidad de Extremadura
(VIII Antología)
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