«RE-VIVENCIAS»: ESPERANZA

 

                   ESPERANZA

 

Cuando se llega al fin de una etapa y se inicia el principio de otra,
se vislumbra en el horizonte un rayo de esperanza.
 
Por muy negativa que sea la situación, simplemente por reacción vital,
encontramos motivos de esperanza.
 
Esperanza que es un sentimiento puro y noble, de que algo bueno se realice.
 
Esperanza que es a veces un síntoma, una sonrisa, un detalle.
 
Necesitamos alimentarnos de esperanza, porque tenemos alma.
 
El cuerpo se nutre de alimentos, el alma de sentimientos.
 
La esperanza es la explicación de la vida de los humildes,
de los oprimidos, de los perseguidos, de los fracasados.
 
Siempre se espera algo. Como una liberación,
como una superación, como una explicación.
 
Cuando la esperanza nace espontánea de nuestro corazón es porque tenemos paz.
 
La paz y la esperanza nacen de una armonía entre nuestras necesidades
y nuestras satisfacciones.
 
Tenemos que buscar una adecuación entre nuestro egoísmo y nuestra generosidad.
 
Buscar dentro de nosotros mismos el fundamento de la esperanza.
 
A veces está uno seco, sin savia, sin moral, sin espíritu.
Y, sin embargo, siempre hay un resquicio a la esperanza.
 
Necesitamos creer y comunicar a los demás nuestra fe en una esperanza sin límites.
 

         (Fernando Orlando, 1977)