«… En aquella ciudad, hoy marroquí, hijos o nietos de quienes fueron administrados como españoles se han encaramado varias veces a la terraza del edificio que hizo las funciones de Consulado de España (la «pagaduría» de la época, una especie de oficina de Hacienda hoy en total estado de abandono) para, una vez en lo alto, desplegar banderas españolas y dar vivas a España, pese a saber que las autoridades marroquíes no iban, precisamente, a aplaudirlos por su entusiasmo…» (pág. 244, Agustín Pascual Pino, «Jóvenes ifneños»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario