«RE-VIVENCIAS»: VIVENCIAS

 

              VIVENCIAS
 
 
Nosotros. En nuestro interior una creencia firmísima: somos invencibles.
 
Fuego sagrado, de dignidad, de libertad, de valor.
Fuego que creemos inextinguible.
 
Juventud. Ardor incontenible de corazones generosos.
 
Impaciencia de la juventud; volcán en erupción constante
cuyo fuego puede ser atizado con facilidad.
 
Calor humano que se pierde en espirales de humo
en las capas frías de la atmósfera.
 
Juventud. Caudal de energías que no sabemos apreciar.
 
Desgraciadamente la sociedad no sabe aprovechar los caudales de energía creadora que se acumulan en las personas de buena voluntad.
 
Estamos retrasando la labor maravillosa de la creación, con nuestra forma de vivir, completamente rutinaria y convencional.
 
Hay muy pocos estímulos internos y externos:
faltan líderes que sepan arrastrar a los jóvenes y a las masas
detrás de ideales auténticos de bien, amor y paz.
 
A falta de estímulos verdaderamente nobles,
nos dejamos llevar por nuestro temperamento apasionado.
 
La culpa es de todos, tuya y mía.
Vivimos demasiado pegados a nuestras comodidades,
a nuestro pequeño mundo para entender el mensaje divino
de la proyección de la persona por un mundo mejor.

 

(Fernando Orlando, 1964)