RELECTIO DE VITORIA
El
universo puede ser de otra forma. Si no están de acuerdo con lo que digo, no me
crean. De cualquier manera todo se transforma como las letras de cambio en
papel moneda. Por eso estudio las estrellas para revolucionar este mundo.
Porque todos nacemos libres y compartimos la misma naturaleza. Desde esta
tierra de arquitectura de arenisca se proyectarán los mapas de casi todo el
mundo con la cosmografía, la cosmología y la cartografía que confía en la ley
del movimiento. En Salamanca brotan las ideas que se fraguarán en Alcalá,
Coímbra, Roma y América. Quedará impreso de justicia y derecho la expansión
tomista a través del Atlántico. Con oro y plata potosinos llegaremos más allá
que don Quijote y que la brújula que comprendemos. Entonces Castilla será la
potencia económica de toda la tierra, la primera globalización. Con las
simonías, la revolución de los precios y la demanda del dinero cambiaremos el
sistema económico inelástico de la Edad Media. Pondremos de manifiesto el
conflicto ético de convertir a la propiedad privada en la base del liberalismo
económico y ser la semilla del surgimiento de los pobres, de la guerra. Todo
desde esta escuela, pero ¿qué es una escuela? ¿Para qué sirve una escuela?,
¿para pensar?, ¿para actuar?, ¿para hacernos regresar a nuestros orígenes?,
¿para desafiar nuestras mentes en defensa de la verdad? O para cuestionar ¿qué
es realmente ser humano? ¿Cuál es el sentido de la vida? O ¿dónde se encuentra
el Dios oculto que nos mira?
La
guerra no es justa. Todos tenemos derecho de ser libres, de circular por el
mundo sin fronteras. Cada uno que vaya donde quiera, a donde sus sueños le
permitan. Cada uno que descubra su natura en la belleza de reconocerse en los
colores y esencias de los otros, porque lo que la naturaleza no da, Salamanca
no presta.
Berenice G. F.
(XVI Antología)
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