AVE, FRANCISCO DE VITORIA
Su amor a Cristo y al conocimiento humano,
teología y filosofía lo hizo estudiar;
así abrió su mente y creció velozmente.
Sorbona y Salamanca
fueron su escuela y tribuna
donde dictaba lecciones,
que sus alumnos con gusto transcribían.
La escolástica fue su primera escuela,
y la Suma teológica de santo Tomás su inspiración.
Es sabido que leyó sin problema alguno
a Maquiavelo, a Tomás Moro, a Avicena y Averroes
y otros muchos que moldearon su formación.
Ya con mente madura, miedo no tuvo a exponer sus ideas,
que para muchos son un acierto y para otros un gran error.
Lo que sí bien claro quedó es que contra la injusticia luchó
para hacer de Iberoamérica un mundo mejor.
Gracias a sus alumnos y a la Universidad de Salamanca,
hoy podemos releer las denominadas Primas;
destacando las ideas que en ellas se plantea:
De indis prior y De indis posterior.
Su teoría sobre libertad de conciencia.
Su oposición a la guerra, y solo consentirla
cuando se hace en virtud de defensa ante una agresión.
Su apoyo a la propuesta del mare liberum de Hugo Grocio en contra
de la clásica propuesta del mare nostrum para las Américas.
El Consejo de Castilla con atención
lo escuchó;
y hasta el rey Carlos V en un momento sobre la conquista dudó.
La iglesia tampoco pudo rebatir sus postulados.
Ni con la autoridad del papa ni con la Santa Inquisición;
pues sabían que en el fondo buscaba un punto de unión.
Como Sócrates nada escrito dejó,
pero su pensamiento pervive en cada relección.
Hoy más que nunca sus consejos necesarios son
cuando vemos que guerras injustas se propagan
por vanidad y ambición.
Establecer frente común, en contra de toda agresión,
es el mayor honor que a Vitoria podremos otorgar
para alcanzar paz y unión.
Dr. Jorge F. Vidovic
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8148-4403
Profesor de la UNERMB (Venezuela)
Director y fundador de Ediciones Clío (http://www.edicionesclio.com)
Miembro de número de la Academia de Historia del
estado Zulia
(XVI Antología)
teología y filosofía lo hizo estudiar;
así abrió su mente y creció velozmente.
Sorbona y Salamanca
fueron su escuela y tribuna
donde dictaba lecciones,
que sus alumnos con gusto transcribían.
y la Suma teológica de santo Tomás su inspiración.
Es sabido que leyó sin problema alguno
a Maquiavelo, a Tomás Moro, a Avicena y Averroes
y otros muchos que moldearon su formación.
que para muchos son un acierto y para otros un gran error.
Lo que sí bien claro quedó es que contra la injusticia luchó
para hacer de Iberoamérica un mundo mejor.
hoy podemos releer las denominadas Primas;
destacando las ideas que en ellas se plantea:
Su teoría sobre libertad de conciencia.
Su oposición a la guerra, y solo consentirla
cuando se hace en virtud de defensa ante una agresión.
Su apoyo a la propuesta del mare liberum de Hugo Grocio en contra
de la clásica propuesta del mare nostrum para las Américas.
y hasta el rey Carlos V en un momento sobre la conquista dudó.
La iglesia tampoco pudo rebatir sus postulados.
Ni con la autoridad del papa ni con la Santa Inquisición;
pues sabían que en el fondo buscaba un punto de unión.
pero su pensamiento pervive en cada relección.
Hoy más que nunca sus consejos necesarios son
cuando vemos que guerras injustas se propagan
por vanidad y ambición.
es el mayor honor que a Vitoria podremos otorgar
para alcanzar paz y unión.
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-8148-4403
Profesor de la UNERMB (Venezuela)
Director y fundador de Ediciones Clío (http://www.edicionesclio.com)
(XVI Antología)
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