«…
“Cierto, fray Martín, las aves, aun siendo las criaturas más cercanas al hogar
del Señor, no razonan y, sin embargo, respetan su espacio y la vida de sus
iguales, y ahí es donde el humano falla, pues claro está que a nuestros
semejantes de las Indias, cristianos o no, pecadores o no, les negamos su
naturaleza, su propiedad y hasta su libertad. Y toda criatura tiene un derecho
natural que le otorga solo nacer…”» (pág. 62, Manuel S. Martín, «La naturaleza
de las cosas»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario