ANTOLOGÍA 2022: LUMINARIA I

 

LUMINARIA I

 
Comenzó su paseo matutino bajo las palmas, como en su estancia en la América del viento.
La nana tenía preparado su escueto desayuno. Para no desentonar con la febril búsqueda del derecho a respirar de los conquistados, su primer bocado era solo zumo de naranja y tortilla de rescoldo como decían sus morenos al pan.

Recordaba a su protegido. Tostado como la yuca. Inteligente y agudo como puñal de roca. Dócil y bondadoso como harina en la tortilla.

Apenas nacido el día se erguía dispuesto a su ajetreo. «Lo que usted diga». Aprendía con avidez y diligencia. Como quien sabe que en cualquier momento se despide.

Ahora lo percibe como un fantasma y no está seguro de poder contarles a los demás sobre esta aparición.

Lo ve en las calles de Burgos donde se fue después de dejar Salamanca. Al fondo de la iglesia donde se casó con Dolores. En el estanco yendo a por tabaco o en la biblioteca mientras busca un tomo antiguo con que afanar sus últimos días.

―No es que le recuerde, mi Lola: es que parece que sigue aquí vivo. Como si quisiera decirme algo...
El indio, discípulo y protegido de los Vásquez, fue el primero en entender que libertad e igualdad son contrapartes que ensombrecen a veces las grandes historias de los grandes hombres. Y por perderlas, al filo del oro de la vida, se nos revela que hubo motivos de sobra para haberlas defendido con tanta fuerza.
―¡A él le mataron injustamente! Por querer aprender, aunque moreno y todo. No sabremos jamás si fue él quien, de un modo indirecto, terminara borrando de la faz de la tierra a los montoneros con el olvido voraz que recayó sobre todos y cada uno de ellos. En cambio, a él, por obra y gracia de la harina oscura con que está hecho, le recordaremos por siempre. Y por siempre leeremos sus libros y miraremos en ellos el fondo de sus ojos iluminados.
 
 
 
Seudónimo: Juan Pablo Luna
Poeta, trovador y músico que vive en Córdoba (Andalucía). Tras vender todos sus bienes en Sudamérica ha venido a instalarse en al-Ándalus tan solo con su guitarra flamenca, su voz y su imaginación
Obtuvo el Primer Premio en el XVII Concurso Literario Gonzalo Rojas Pizarro de Lebu (Chile, 2020) con Poemas para ser leídos desnudos en la cama y un premio en el XXVI Concurso de Cuentos en Movimiento (Chile, 2020) con el cuento «No está permitido donar dinero». También ha obtenido reconocimiento por su labor compositiva, guitarrística y trovadoresca
Publicaciones en las revistas Pluma y Pincel, Laberinto, El Chonchón y El Guardatextos
(XVI Antología)