«… Yo
no estuve allí, pero aun así parece que lo hubiera vivido pues conozco
perfectamente las palabras heredadas de fray Bartolomé de las Casas, por las
que fue merecedor de ser llamado el defensor de los indios: la luz no debe
imponerse, debe regalarse; la virtud y el saber son creaciones de Dios que a
todo hombre le corresponde recibir cuando adquiere conciencia de que siempre
fueron suyas. «Facer Españas» es llegar a sus tierras con la humilde
disposición de un cachorro que porta en sus fauces la sapiente antorcha y
acompaña fiel y sempiternamente a aquel que acepta su ofrenda...» (pág. 76,
Natalia Polo Chocano, «Domini canis»).
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