FRANCISCO DE VITORIA, CUATROCIENTOS OCHENTA AÑOS DESPUÉS
—Muy poderoso señor, si respondiéramos ante la historia como se espera de un estatuto que reconoce a los hombres ser el único animal dotado de palabra (Arist., Pol., I, 1), entonces no sería necesaria la rememoración o el balance de una recopilación que nació para defensa de los que no podían defenderse. En De indis arremetí contra los que proferían violencias y desdenes a sus semejantes en las islas y tierra firme del mar océano, y parece razonable recordar, con el estagirita, que «el interés del individuo no puede separarse del de la familia y del Estado» (Ét., VI, 6). Es responsabilidad del gobernante, sabe vuestra real excelencia, procurar sosiego a los hijos de la patria, siendo este designio el propio para la fundación no ya de una universitas christiana, sino de una hermandad universal en torno a la cultura de nuestra común lengua.
Nacido en Cáceres
Doctor internacional en Estudios Filológicos y Lingüísticos por la Universidad de Extremadura, institución en la que ejerce como profesor de Literatura Española
Es autor de poemas y microrrelatos como «El pintor», premiado en un certamen de microrrelatos y publicado en la revista Alcántara
(XVI Antología)
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