TE BUSQUÉ
Después recorrí la Sierra de Gata y anduve bajo grandes castaños e inverosímil arquitectura de adobe, piedra y madera. Allí te habías reunido con el señor de Zúñiga para marchar posteriormente a Alcántara, donde glosaste su puente, y más tarde al partido de La Serena. Y quizá fue en esas llanuras mesteñas donde más cerca te sentí. Liberado de la docencia, rodeado de insignes maestros, arropado por el calor del noble plasentino, compusiste tratados inmortales y llevaste el Renacimiento al castillo de Arribalavilla, en la actual Zalamea. Largos años, venturosos y fructíferos, se sucedieron en tierras extremeñas hasta sumar dieciséis.
Mas, inesperadamente, la parca se llevó a tu mecenas. Desolación y tristeza, vuelta a Salamanca y, esporádicamente, a Brozas, otra vez tierras extremeñas, donde vivía tu hijo.
Y finalmente a la vieja Complutum. Ya peinabas canas y estabas encorvado, pero tu curiosidad y genio estaban intactos. Lo sé porque también recorrí sus calles y entré en las salas donde departías con un viejo cardenal, otrora confesor de la reina y luego regente de una huérfana Castilla y entonces dedicado en cuerpo y alma al saber.
Te busqué, Elio Antonio, te busqué. Pero tu grandeza fue tal, que no fue fácil dar contigo.
Publicaciones: la novela histórica Nebrissen (2015), en la que se narra la prolongada estancia del humanista Antonio de Nebrija en la comarca pacense de La Serena y en otros lugares de la actual Extremadura. Igualmente es autor del blog Extremos del Duero, mediante el cual nos acerca a las infinitas caras que a lo largo y ancho de la citada comunidad autónoma ha podido encontrar en sus habituales recorridos por dicha comunidad.
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